9/29/2013

Desorden selectivo

Sedimento el silencio aterido de frío.
¿A donde hemos ido?
¿Qué nos depara el destino?
Se filtra en las entrañas.
Un cielo cubre tus carnes sin ampararlas.
Eras parte. Ahora deshecho, prescindible y molesto.
Rompieron los hilos de la urdimbre social en que estabas y ahora quedas a la deriva, en un asfalto del que también te sacarán, para que los ojos no te puedan ver, para que nadie te pueda mirar.
Sólo el tiempo justo y preciso de escarmentar a los que quedan, sometiéndolos, como esos padres que abofeteaban a sus hijos frente al cadalso que daba al reo por faltar.
A qué consecuencias llevará tal desvarío?
La calle será selva sin ley.
Estaba previsto.

Desorden selectivo.

9/11/2013

¡Despertaferro!

¡De qué patria me hablas!
De la que lleva mi muerte sobre sus espaldas.
La que aloja la injusticia.
La que duerme aromada de adormideras de grandezas bélicas.
La que se pliega al invasor de antaño, dándole licencia de legítima presencia.
La que arrastra a sus ciudadanos súbditos de mercaderes que recogen dividendos, desdeñando su presencia y supervivencia.

Miro al cielo y no veo fronteras.

La tierra expoliada y roturada es el lecho de enseñas y banderas.

Sin patria.
Sin rey.
Sin amo.

Hermanando y compartiendo la esencia y subsistencia.

Hoy desgarra en mí ese sentimiento de la cuna en que bebí la leche de la madre ideología perversa que sembró fronteras de los otros y otras, queriendo hacer de mí género de venta y cambio.

Invasores de ayer nos restriegan sus legítimas presencias.

¡Despertaferro!